Exponerse al sol sin medir las consecuencias tiene riesgos
De cada 100 mil habitantes 35 sufren de cáncer de piel, que está entre los 6 cánceres peligrosos.
Con sus dos manos, José Galarza, de 44 años, sostiene un cartón sobre las zapatillas que vende en su puesto en Ayacucho y Eloy Alfaro. Son las 14:00 y el sol pega en su rostro, él frunce el ceño para evitar la luz.
No le molesta la incomodidad de la posición ni los rayos solares. Su prioridad es cuidar la mercancía, pues el sol desgasta su color. Él no le da importancia al efecto en su piel, aunque admite haber escuchado que el sol puede ser peligroso.
Con mangas cortas y sin gorra transitan diariamente por esa misma esquina cientos de personas que por apuro o descuido no han tomado ninguna precaución ante los rayos ultravioleta (UV) del sol, que, según un informe de la Agencia Espacial Civil Ecuatoriana (EXA), en ciudades como Guayaquil y Quito supera los límites establecidos como normales por las organizaciones mundiales de Salud y Meteorología.
En Guayaquil los niveles llegan a 14 UVI (índice ultra violeta), cuando lo tolerable para las personas es de 11.
“Sé que el sol puede ser malo pero solo uso protector cuando voy a la playa porque siempre estoy apurada”, sonríe tímidamente Diana Macías, de 26 años, mientras pasa por el puesto de Galarza. Dice que, en cambio, con Álex, su hijo, ninguna precaución es suficiente. Pues, “los niños son muy sensibles al sol”, afirma.
Ella cree que la amenaza de los rayos UV afecta más a los niños. Pero no es así.
El riesgo, según Mario Leone, jefe del Servicio de Piel y Partes Blandas de Solca, es para todos, especialmente para aquellos de piel blanca y los que están expuestos permanentemente a la luz de entre las diez de la mañana y las tres de la tarde.
Por ejemplo, Eréfrida Moretta, de 65 años, nunca se ha protegido del sol en su diario trabajo de siete de la mañana a doce del día como agricultora en el recinto El Achote, en El Triunfo. Es paciente de Solca desde hace 4 años. “Una no sabe lo que se va a venir, sol, agua y viento, sin una gorra, sin un pañuelo”, comenta y asegura que ahora sí se protege.
La cicatriz que dejó en Eréfrida el cáncer no es evidente hasta que muestra de perfil la parte superior derecha de frente y se ve el injerto de piel que tiene desde hace 6 meses.
Ella recuerda que todo inició con “una como espinilla” que se reventó y donde luego pudo observar un punto de pus que no se pudo sacar. Fue al Dispensario Dermatológico del Ministerio de Salud Pública, en las calles Julián Coronel y José Mascote, y le dijeron que no era nada y le recetaron pomadas.
Fue la insistencia de una amiga lo que la llevó a Solca.
Ella es solo una de los 717 pacientes que han sido atendidos en Solca por cáncer de piel entre el 2003 y el 2007.
Cifra que, según Mario Leone, va en aumento. “Cada vez atendemos a gente más joven”, reconoce y además afirma que falta información e interés.
Estos casos pueden ser comunes, admite el doctor Leone, pues el cáncer de piel “no mata al paciente, pero sí lo deforma y no presenta grandes síntomas”, afirma preocupado.
En el Dispensario de Dermatología, en cambio, no muestran mayor alarma, pues indican que solo cuatro de los 25 pacientes que atienden diariamente tienen alguna enfermedad en la piel relacionada con los rayos ultravioleta.
Sobre la prevención ya se han tomado medidas, una de ellas fue la firma de un convenio de capacitación para que Solca capacite a 150 médicos del Ministerio de Salud en la detección temprana de cáncer de piel. A esto se suma una promesa: la ministra de esa cartera, Caroline Chang, anunció el viernes, que en las próximas semanas comenzará una campaña para que la gente se proteja del sol.
El protector solar
se debe aplicar de 15 a 30 minutos antes de exponerse al sol y debe ser de FPS (Factor de Protección Solar) 30 en adelante.
Los niños deben usar
fotoprotectores desde los 6 meses. El cáncer de la piel es causado por la acumulación de radiación.
Las precauciones en los días nublados deben ser las mismas que en los soleados. Pero en estos último se debe usar gafas oscuras.
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